El dominó surgió hace mil años en China a partir de los juegos de dados.
No parece que la forma actual de 28 fichas dobles y rectangulares
fuese conocida en Europa hasta que, a mediados del siglo XVIII,
la introdujeran y extendieran los italianos por todas partes.
El nombre del juego es de origen francés y fue tomado
de una capucha negra por fuera y blanca por dentro,
los mismos colores que presenta el dominó.