Una mañana lluviosa me dirigía a la parada de autobús para ir al trabajo.
No hacía mucho frío pero no paraba de llover.
En la parada esperaba un hombre,tendría no más de setenta años,
relativamente abrigado,con un gorro pero sin paraguas.
Sin pensarlo, me acerqué y le tapé con mi paraguas de la Hello Kitty.
Conversamos poco tiempo, sobre horarios del bus, creo.
Al despedirnos, me dijo mientras subía al bus:
- Muchas gracias por el paraguas.
Yo le contesté:
-No hay de qué hombre, un placer.
Entonces marchó el hombre ya refugiado y calentito , dejándome bajo la lluvia pensativa.
¿ hasta este punto hemos llegado?, ¿ tan extraños somos los unos a los otros,
que nos sorprende un gesto de amabilidad?.
A veces creo que vivimos algo asustados por las reacciones de los demás.
Al rechazo.Parece que ocuparse de alguien es intimidarle. Parece que vivimos
a la defensiva. ¿ cómo alguien podría dejar mojar a otro sólo por miedo a que se moleste?
¿Cómo alguien puede molestarse por ese gesto de protección?
Los gestos y tener empatía con la gente es gratis, cuesta poco o nada..
Creo que casi todos deseamos que alguien nos tape con su paraguas
cuando nos falta el nuestro, no?
Tal vez, si empecemos por quitarnos ese miedo a convivir con los demás,
las cosas vayan poco a poco a mejor.
cuando nos falta el nuestro, no?
Tal vez, si empecemos por quitarnos ese miedo a convivir con los demás,
las cosas vayan poco a poco a mejor.
Volver a lo natural .
Cuidarse y protegerse.
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