"Siempre nos dijo que quería morir comida por un oso polar,
tal y como hacían los esquimales en Los dientes del diablo.
No hemos conseguido encontrar un oso, pero sí un hospital
en medio de un bosque en Cercedilla, donde ha sido tratada con mucho cariño,
y la han ayudado a morir sin sufrimiento."
El País.22 de octubre 2015
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